La cantante inglesa contó cómo cambió su silueta cuando abandonó dulces, harinas y cigarrillo, y abrazó un estilo de vida más saludable.
Se hizo conocida como la regordeta joven inglesa de gran voz y enorme talento que revitalizó el soul y el pop. Sin embargo, aquella figura que ostentó Adele en los primeros años de su carrera, es cosa del pasado. La británica contó la estricta dieta y los ejercicios con los que talló su nueva figura y bajó la friolera cifra de ¡67 kilos!
En una entrevista con la revista estadounidense People, Adele confesó los hábitos alimenticios que abandonó. Gaseosas, golosinas, carnes y alimentos procesados como snacks y panificados quedaron en el pasado.
Además, reveló que dejó de fumar y cortó con el sedentarismo. ¿Sus nuevos aliados para la pérdida de peso? Una dieta vegana con grandes cantidades de verduras, frutas, lácteos, legumbres y frutas secas.
Su rutina
Por la mañana, Adele suele desayunar un café con leche de soja, frutas, queso fino y aceite de coco. A media mañana, algún snack para no llegar tan hambrienta al almuerzo. Almendras, gelatina o barra de cereales son algunos ejemplos. Al mediodía, un omelette, arroz, lechuga, tomate y otras hortalizas. En la cena, un batido de leche con cereales o un yogur natural.
Para complementar el plan, la cantante inglesa se sometió a un riguroso plan de pilates y un tratamiento hipnótico para calmar la ansiedad cuando suprimió el cigarrillo. Además de realizar este ejercicio, continúa entrenando tres veces por semana con un personal trainer donde sigue una rutina física exigente.
“Nunca he querido parecerme a las modelos de las portadas de las revistas. Represento a la mayoría de las mujeres y estoy muy orgullosa de ello. Si decidí cambiar mi cuerpo fue estrictamente por cuestiones de salud”, finalizó Adele.